El gel de sílice es un aliado preciado para la protección de prendas de vestir, ropa de cama, zapatos y accesorios de los daños causados por la humedad, como la formación de manchas de moho, que son tan difíciles de eliminar.
En casa, debido al habitual cambio de estación, así como en tiendas y almacenes, guardar la ropa con cuidado es fundamental para evitar sorpresas desagradables y encontrar tus prendas en perfecto estado, tal y como las dejaste.
Colocar ropa y objetos dentro de cajones y armarios muchas veces no es suficiente para garantizar su correcto almacenamiento: la madera y los materiales con los que están fabricados los muebles no pueden aislar la ropa y los complementos de la humedad de los ambientes circundantes.
Por este motivo, es recomendable utilizar gel de sílice para evitar la formación de moho y preservar los tejidos, cueros y pieles, que podrían sufrir daños irreparables.
¿Cuáles son los beneficios de usar gel de sílice?
- El gel de sílice tiene propiedades absorbentes y deshidratantes. Protege la ropa y los accesorios, evitando que se manchen y dañen por la presencia de moho y humedad.
- Las bolsas de gel de sílice no sueltan ningún líquido incluso cuando están completamente saturadas, por lo que no hay riesgo de dañar las prendas almacenadas. Es un producto totalmente inerte, no tóxico e inocuo para personas y animales.
- El gel de sílice se puede regenerar y, por lo tanto, reutilizar, un cierto número de veces.
¿Qué hacer en la práctica para contrarrestar la humedad?
Para proteger la ropa y complementos en armarios y cajones recomendamos el uso de bolsas de gel de sílice, en formato de al menos 120 o 240 gramos con envoltorio estándar de sobres.
El número de bolsas depende de la cantidad de ropa y complementos que hay que proteger.
Sin embargo, existen algunas precauciones importantes que pueden marcar la diferencia en la correcta conservación de nuestra ropa.
En primer lugar para mantener la eficacia del desecante en el tiempo tanto como sea posible, sugerimos colocar los sobres de gel de sílice junto con la ropa o la ropa de cama dentro de bolsas de plástico, preferiblemente bastante gruesas y bien cerradas. Por ejemplo, las bolsas que se ofrecen para «vacío» son del grosor adecuado. Si luego queremos combinar las dos cosas, el envasado al vacío y el gel de sílice no hacen daño, ¡al contrario!
Otra solución alternativa a las bolsas, y en cualquier caso útil para aquellos accesorios como sombreros o cinturones o zapatos que son difíciles de guardar en bolsas blandas, son las cajas y recipientes de plástico con tapa que deben mantenerse bien cerrados.
Es mejor evitar los envases de tela o cartón porque dejan pasar la humedad del ambiente circundante, universalizando el uso de bolsas desecantes. Este pequeño truco (uso de bolsas y cajas de plástico) aumenta la acción del gel de sílice ya que reduce la cantidad de aire a deshumidificar: los sobres solo tendrán que deshidratar el ambiente del interior de los envases que actuará como barrera contra las infiltraciones externas.
¡RECUERDA que se acaban los sobres de gel de sílice!
A veces después de meses, a veces después de unos días, el gel de sílice deja de funcionar. La variabilidad de esta condición depende de la cantidad de humedad que los sobres deben eliminar del ambiente en el que se almacenan y de si hay un intercambio continuo de aire (y por lo tanto de humedad) con el exterior o no. Por lo tanto, de vez en cuando se deben revisar las bolsas desecantes para verificar que todavía estén «funcionando» adecuadamente.
¿Cómo saber si una bolsa de gel de sílice sigue siendo eficaz?
La respuesta es pesándola. Cada bolsa tiene un peso definido y una capacidad de absorción específica, equivalente aproximadamente al 20% de su peso. Cuando una bolsa ha alcanzado un 20% más que su peso inicial, significa que ha agotado su capacidad para eliminar la humedad del ambiente circundante y, por lo tanto, debe ser reemplazada.
Otra forma de saber de un vistazo si el gel de sílice sigue operativo es elegir los sobres desecantes indicadores: son sobres que contienen un gel de sílice particular al que se le ha añadido un indicador cromático que cambia de color una vez que el sobre ha agotado su absorción. capacidad. Los sobres Indicadores están totalmente libres de Cobalto y DMF.
¿Y si también hay mal olor en el armario, zapatero y ropa?
La humedad suele ir acompañada de la formación de malos olores, ropa que huele a moho y rancio, así como zapatos, cinturones o mantas que se guardan entre una temporada y otra. La solución en este caso es el carbón activado.
Envasado en prácticas bolsas, puede usarse junto con gel de sílice para prevenir malos olores, o usarse solo para eliminar olores existentes como rancio, rancio, moho, etc. en espacios pequeños, objetos y ropa. Este producto totalmente natural permite tanto eliminar como prevenir los malos olores en objetos y ropa gracias a su característica estructura, de hecho el carbón atrapa las moléculas de olor sin utilizar productos químicos nocivos o fragancias que cubre. Si quieres saber más sobre cómo funciona el carbón activado, puedes encontrar la ficha del producto aquí.
¿Una alternativa válida al gel de sílice?
Para este uso particular, las bolsitas de gel de sílice se pueden sustituir por arcilla activada, en el formato de 250 gramos. ¿El resultado? La misma eficacia a un precio más económico y con el uso de un desecante totalmente natural.
La arcilla, por su naturaleza, tiende a generar un ligero polvillo gris, que en ningún caso compromete los objetos o la ropa con los que entra en contacto y que se puede eliminar simplemente sacudiéndolo. No obstante, en situaciones de productos destinados a la venta, recomendamos utilizar sobres de gel de sílice para evitar este posible defecto.
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