Las empresas que fabrican productos con volúmenes herméticamente cerrados, como frigoríficos, cajas fuertes, equipos electrónicos, depósitos, sistemas de aire acondicionado, etc., se enfrentan a menudo a la necesidad de proteger estos productos de la formación de moho o corrosión internos que pueden formarse especialmente durante el almacenamiento o durante su uso.
Muchos de nuestros clientes se han dirigido a nosotros para resolver este problema concreto de la humedad en los cubículos interiores sellados.
En este artículo hablaremos de cómo la introducción de bolsitas deshidratantes, de silicagel o arcilla, puede ser una opción importante para preservar la integridad de estos productos y garantizar la satisfacción del cliente final.
¿Qué situaciones provocan condensación?
Por su propia naturaleza, un espacio cerrado y sellado no da lugar a la posibilidad de moho o corrosión, ya que no puede entrar humedad externa. De hecho, el problema no lo generan directamente las condiciones externas, sino la presencia de vapor de agua atrapado en el interior de los volúmenes antes del cierre.
Por ejemplo, un sistema de refrigeración celular perfectamente sellado al exterior puede presentar moho y olores una vez que llega a su destino.
En casos como éste, es muy probable que las cámaras frigoríficas hayan sido cerradas y selladas en embalajes estancos sin evaluar la presencia de aire en su interior.
Un cambio en la temperatura exterior, como ocurre a menudo durante el transporte o almacenamiento de mercancías, desencadena un cambio en las condiciones internas del aire atrapado: en caso de descenso de la temperatura, el aire atrapado se comprimirá, liberando el vapor de agua que contiene, que se condensará en gotas, cubriendo las superficies del espacio en el que se encuentra, tanto en el exterior como en el interior de los productos y mercancías.
Este proceso de condensación, absolutamente natural, puede sin embargo comprometer la conservación de los bienes almacenados o en condiciones particulares de trabajo si no se intercepta y gestiona, generando importantes costes de intervención o sustitución.
Identificar el punto débil del proceso
¿Cuándo surge el problema de la humedad atrapada en volúmenes cerrados?
En la mayoría de los casos, el punto débil puede identificarse en dos momentos diferentes del proceso de fabricación del producto:
1. debido al vapor de agua que queda atrapado al final de determinados sistemas de producción, en el interior del ciclo de producción;
2. en el aire que queda dentro del producto en el momento del envasado final y el cierre.
Identificar cuándo surge el problema es un primer paso importante, porque permite saber cuándo intervenir para limitar el problema, es decir, si hay que actuar durante el ciclo de producción o al final del envasado en el envase.
Cómo utilizar las bolsas deshidratantes
Una vez identificada la causa, pueden aplicarse diversas acciones con el objetivo de contener o eliminar el problema de humedad. Una de estas acciones puede ser la inserción de bolsas deshidratantes durante el proceso de producción o en la fase de preparación del envase final.
Para llegar a la mejor solución de deshidratación, es bueno evaluar algunos elementos adicionales:
- TAMAÑO: conocer el tamaño del volumen a proteger;
- CONDICIÓN: tener una idea bastante precisa de las condiciones en las que se encontrará el producto durante su manipulación o almacenamiento, por ejemplo, envío en contenedores, estacionamiento en almacenes, etc;
- TIEMPO: cuál será el tiempo medio en situaciones de transporte o almacenamiento.
Una vez adquirida esta información, será posible determinar el número óptimo de bolsas deshidratantes y el peso más adecuado para gestionar eficazmente el problema de la condensación, evitando así la aparición de malos olores, moho, corrosión y oxidación.
Las bolsas deshidratantes están disponibles en diferentes tamaños, desde tan sólo 1 gramo hasta tamaños más generosos como 1 kg.
Esta gama le permite seleccionar el tamaño más adecuado para el producto que necesita permanecer seco, teniendo en cuenta las condiciones ambientales a las que estará expuesto a lo largo del tiempo.
¿Qué deshidratador elegir?
La elección del tipo de desecante contenido en las bolsitas es un aspecto importante a tener en cuenta.
En tales situaciones, los sobres que contienen arcilla activada (montmorillonita) son una solución excelente.
Estos desecantes presentan una excelente capacidad de absorción, comparable a la de las bolsas de gel de sílice, pero a un coste significativamente inferior.
Esto se debe al proceso de producción de la arcilla, que, partiendo de una materia prima natural, es significativamente menos costoso que la creación de productos sintéticos como el gel de sílice.
Otro aspecto a tener en cuenta es la total naturalidad de la arcilla montmorillonita, que puede eliminarse más fácilmente que otros deshidratantes sintéticos y con menor complejidad en la tramitación burocrática de los permisos aduaneros cuando se envían mercancías a determinados países.
Las bolsitas de gel de sílice estándar son igual de eficaces desde el punto de vista funcional. Aunque son menos rentables que las bolsas de arcilla, hay situaciones en las que los clientes las solicitan explícitamente o se especifican en el pliego de condiciones, por lo que son la mejor solución.
Si tiene problemas de humedad interna en sus productos y desea una solución eficaz, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarle a encontrar la mejor solución para sus necesidades.
Conclusiones
Hemos analizado e identificado algunos pasos importantes para abordar y gestionar los problemas relacionados con la condensación y la humedad en el interior de productos que tienen compartimentos estancos, como frigoríficos, cámaras frigoríficas, maquinaria, cajas fuertes, sistemas cerrados, etc.
La buena noticia es que estos problemas pueden resolverse y mantenerse bajo control. Si desea más información o tiene un problema similar, póngase en contacto con nosotros en info@silica-gel.it
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